Independiente 0 - River 0 ¨El arco del triunfo¨
Ën la noche del Miércoles, por el encuentro de ida de cuartos de final de Copa Libertadores de America en el estadio de Independiente, ambos equipos igualaron sin goles, dejando la serie abierta para la definición en la vuelta del 2 de Octubre en el Estadio Monumental.
Mucho se habló en la previa de la similitud de estilos de juego y táctica de ambos equipos, y también del histórico paladar negro que ambas instituciones tienen en su espíritu. Y no defraudaron para nada, Solo faltaron los goles que reflejaran lo que sucedió en el campo de juego.
Los responsables de que no haya habido vencedores ni vencidos, claramente fueron los arqueros.
El primer tiempo fue para el conjunto millonario, que empezó el partido muy ordenado, con alta presión y salida rápida por los laterales con una sólida actuación de varios de sus protagonistas.
Pity Martinez parecía generar futbol con criterio y agresividad para asociarse con Pratto, quien de espaldas al arco y sorpresivamente jugando mas lejos del área rival, pivoteaba para bajar la pelota y habilitar a Borré y a los laterales (tanto Casco como Montiel) permanentemente.
Cabe destacar que una de las figuras estelares de River en la noche de Avellaneda, fue Milton Casco.
Tan cuestionado pero premiado por Gallardo por su trabajo y paciencia cuando le tocó quedarse afuera mientras Saracchi estaba en el plantel.
Y la confianza que Gallardo le dio, da la sensación que la viene devolviendo con un gran nivel. Tal vez el nivel mas alto que mostró desde que está en River, pareciéndose a aquel del Newell´s de Martino que motivó el interés de muchos equipos.
Mientras Ponzio y Palacios se ocupaban de la rápida recuperación en el medio, el resto de los encargados de generar peligro en el área de Independiente, jugaban para abrir el marcador en forma inminente. El único que tal vez no estuvo en el nivel que acostumbra a mostrar era Juanfer Quintero.
Los números de la primera etapa eran elocuentes. River ejecutó 8 tiros al arco, de los cuales 5, fue el arquero Martín Campaña el responsable de que no hayan sido gol. Mientras que Independiente solo tuvo 2 situaciones claras. Una en los pies de Meza que dio en el travesaño y un cabezazo de Bustos que el otro gran protagonista y figura Franco Armani, desvió por encima del travesaño.
En el segundo tiempo, la situación se revirtió, y en los primeros 25 minutos, Independiente se adueñó del trámite territorial, además de la posesión de la pelota. La defensa de River también mostró algunos minutos de dudas porque la pelota volvía demasiado rápido.
Y las situaciones no tardaron en llegar.
En una gran jugada elaborada entre Romero, Giglioti y Meza por izquierda, derivaron en una combinación que encontró a Gaston Silva de frente para definir. El remate dio contra el palo derecho de Armani.
A los pocos minutos, la mas clara. Una salida en falso de la defensa de River, resbalón de Palacios, Hernandez la abre para Meza, centro bajo para Giglioti y prácticamente con el arco a su merced, se encontró con Superman Armani, que volando al ras del piso, evitó la caída de su arco de forma DES-CO-MU-NAL.
Esa supremacía del local, provocó que Gallardo mueva el banco intentando reencontrarse con el equilibrio perdido. Con el ingreso de Mayada, Mora y Scocco (salieron Quintero, Pratto y Pity Martinez) volvió a tomar el control del partido provocando varias situaciones claras que Campaña se encargó de desactivar (una de Borré y otra de Mayada). Al final Borré pudo haber sentenciado de cabeza en la última jugada.
Los números del segundo tiempo también mostraron lo antes señalado.
River cometió 11 faltas contra 5 de Independiente, y recibió 3 tarjetas amarillas por sobre 1 del local.
Las situaciones de gol fueron parejas (2 para cada uno)
En definitiva, el empate dejó una sensación de justicia, a pesar de que en varios tramos del partido, River pudo haber convertido alguna de las claras situaciones de gol, lo que hubiese condicionado la serie y encaminado a River para jugar la vuelta con mayor tranquilidad.
Los responsables fueron ambos arqueros, que parece que hay que ponerlos a defender el ¨arco del triunfo¨ para poder vencerlos.
La historia continuará en pocos días. Y se escribirá en casa, ante 66.000 almas Riverplatenses que convertirán el Monumental en una fiesta.
Ojala que River pueda imponer su jerarquía ante un difícil rival.
La serie está abierta y es muy pareja, pero confiamos en nuestros soldados comandados por Marcelo Gallardo.
RPM
Mucho se habló en la previa de la similitud de estilos de juego y táctica de ambos equipos, y también del histórico paladar negro que ambas instituciones tienen en su espíritu. Y no defraudaron para nada, Solo faltaron los goles que reflejaran lo que sucedió en el campo de juego.
Los responsables de que no haya habido vencedores ni vencidos, claramente fueron los arqueros.
El primer tiempo fue para el conjunto millonario, que empezó el partido muy ordenado, con alta presión y salida rápida por los laterales con una sólida actuación de varios de sus protagonistas.
Pity Martinez parecía generar futbol con criterio y agresividad para asociarse con Pratto, quien de espaldas al arco y sorpresivamente jugando mas lejos del área rival, pivoteaba para bajar la pelota y habilitar a Borré y a los laterales (tanto Casco como Montiel) permanentemente.
Cabe destacar que una de las figuras estelares de River en la noche de Avellaneda, fue Milton Casco.
Tan cuestionado pero premiado por Gallardo por su trabajo y paciencia cuando le tocó quedarse afuera mientras Saracchi estaba en el plantel.
Y la confianza que Gallardo le dio, da la sensación que la viene devolviendo con un gran nivel. Tal vez el nivel mas alto que mostró desde que está en River, pareciéndose a aquel del Newell´s de Martino que motivó el interés de muchos equipos.
Mientras Ponzio y Palacios se ocupaban de la rápida recuperación en el medio, el resto de los encargados de generar peligro en el área de Independiente, jugaban para abrir el marcador en forma inminente. El único que tal vez no estuvo en el nivel que acostumbra a mostrar era Juanfer Quintero.
Los números de la primera etapa eran elocuentes. River ejecutó 8 tiros al arco, de los cuales 5, fue el arquero Martín Campaña el responsable de que no hayan sido gol. Mientras que Independiente solo tuvo 2 situaciones claras. Una en los pies de Meza que dio en el travesaño y un cabezazo de Bustos que el otro gran protagonista y figura Franco Armani, desvió por encima del travesaño.
En el segundo tiempo, la situación se revirtió, y en los primeros 25 minutos, Independiente se adueñó del trámite territorial, además de la posesión de la pelota. La defensa de River también mostró algunos minutos de dudas porque la pelota volvía demasiado rápido.
Y las situaciones no tardaron en llegar.
En una gran jugada elaborada entre Romero, Giglioti y Meza por izquierda, derivaron en una combinación que encontró a Gaston Silva de frente para definir. El remate dio contra el palo derecho de Armani.
A los pocos minutos, la mas clara. Una salida en falso de la defensa de River, resbalón de Palacios, Hernandez la abre para Meza, centro bajo para Giglioti y prácticamente con el arco a su merced, se encontró con Superman Armani, que volando al ras del piso, evitó la caída de su arco de forma DES-CO-MU-NAL.
Esa supremacía del local, provocó que Gallardo mueva el banco intentando reencontrarse con el equilibrio perdido. Con el ingreso de Mayada, Mora y Scocco (salieron Quintero, Pratto y Pity Martinez) volvió a tomar el control del partido provocando varias situaciones claras que Campaña se encargó de desactivar (una de Borré y otra de Mayada). Al final Borré pudo haber sentenciado de cabeza en la última jugada.
Los números del segundo tiempo también mostraron lo antes señalado.
River cometió 11 faltas contra 5 de Independiente, y recibió 3 tarjetas amarillas por sobre 1 del local.
Las situaciones de gol fueron parejas (2 para cada uno)
En definitiva, el empate dejó una sensación de justicia, a pesar de que en varios tramos del partido, River pudo haber convertido alguna de las claras situaciones de gol, lo que hubiese condicionado la serie y encaminado a River para jugar la vuelta con mayor tranquilidad.
Los responsables fueron ambos arqueros, que parece que hay que ponerlos a defender el ¨arco del triunfo¨ para poder vencerlos.
La historia continuará en pocos días. Y se escribirá en casa, ante 66.000 almas Riverplatenses que convertirán el Monumental en una fiesta.
Ojala que River pueda imponer su jerarquía ante un difícil rival.
La serie está abierta y es muy pareja, pero confiamos en nuestros soldados comandados por Marcelo Gallardo.
RPM
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