River y una nueva hazaña histórica

Por la semifinal de la Copa Libertadores 2018 River dejo en el camino al actual campeón brasileño, Gremio de Porto Alegre y se clasificó a la final por segunda vez en los últimos tres años y por sexta vez en lo que va de su historia. 

El millonario estaba abajo en el marcador por haber perdido el partido de ida en el Monumental (0-1), pero nunca hay que dar por muerto al River de Marcelo Gallardo, aunque haya tenido que mirar el partido desde una cabina por suspensión. En una remontada histórica y a un año del famoso VAR contra Lanús por la misma instancia de copa, la banda supo responder y poner lo que había que poner para revertir ese resultado de visitante, en un estadio colmado de brasileños y con tan solo 4000 hinchas millonarios. 

Como aquella vez en 2015 contra Cruzeiro, como tantas otras noches de copa y lluvia, River demostró ser distinto a Gremio a pesar de encontrarse con un gol de pelota parada en la única llegada del rival al área riverplatense, a esto había que sumarle la lesión de su capitán, Leonardo Ponzio. Pero el muñeco y Biscay en común acuerdo metieron mano en el equipo: Pity por Nacho Fernández y Scocco por Quintero. Gremio jugó a interrumpir el partido y a tirarse al piso siempre que encontró ocasión, ejemplos muy claros son los cuatro ingresos del médico a atender al arquero rival, Marcelo Grohe, y la tardanza de los alcanza pelota. Este panorama no lo ayudaba en nada a River porque le costaba encontrar los caminos para llegar al gol y dar vuelta el resultado, pero finalmente los encontró. Nunca perdieron la fe y la esperanza, y ni hablar de esa fortaleza mental que se destaca por sobre todas las cosas en este equipo. 

Armani otra vez fue héroe en este lío con una atajada a Everton estupenda que nos dio vida para seguir en camino. Pratto fue notable en esta victoria, nunca dejo de meter, presionar, ir al piso, fue el 9 que todos queremos. 

A los 81 minutos del segundo tiempo llego el gol de cabeza del colombiano Santos Borre para igualar el partido, a River solo le faltaba un gol para la clasificación. Seis minutos mas tarde, el defensor de Gremio, Bressan (que hizo todo mal desde que entro hasta que se fue expulsado), puso la mano tras un remate de Scocco. Sin dudarlo, Cunha, consultó al VAR y cobro penal, todo el equipo tricolor se le fue al humo al árbitro, pero hizo oidos sordos. Con la frialdad que lo caracteriza para definir el Pity Martinez convirtió para darle el pase a la final al millonario. 

Ayer fue otro partido más que deja en claro que este equipo es a prueba de todo. Ahora que venga el que venga y que la gente crea, porque tiene con que creer.