Boca 2 - River 2 - Final Copa Libertadores partido de ida - ¨No hay nada mejor que casa¨
Mucho tiempo de espera para ver la primera final del siglo. Mucha ansiedad. Muchas paginas escritas y horas de radio/TV para analizar la previa. Hasta el condimento de 1 día de postergación por el temporal del Sábado 10, que ponía en duda si se podría jugar Domingo 11, o la espera seguiría.
En el medio de estos condimentos que alteran hasta un budista, llegó el día del comienzo de la saga en la ribera.
Marco de gente espectacular, pero un nerviosismo que se percibía en los simpatizantes xeneizes, a tal punto de que desde el momento en que River comenzó a tomar el control táctico del partido en el comienzo, casi no se hacía notar ese mito de que las tribunas se vienen abajo por el aliento de su gente.
Y literalmente, en el comienzo, River era mucho mas. Juego asociado, control de balón, presión equilibrada, y salida rápida a partir de la recuperación de la pelota. Un Pity otra vez intratable y un gran trabajo de Pratto en la asociación y jugando de espaldas al arco.
Tal es así que la ineficacia propia del Millonario en la definición de las jugadas generadas y la gran actuación de Rossi, impidió que River tomara una ventaja de dos goles como mínimo en ese inicio.
En contrapartida, el local, tan solo con empuje y pelotazos, intentaba por las bandas con Pavon y Villa para abastecer a Wanchope.
Y en una de esas jugadas por izquierda, la lesión de Pavon le da un guiño al técnico de boca, resolviéndole lo que él mismo no había resuelto con el planteo inicial.
Sale Pavon, e ingresa Benedetto, lo que marca una pequeña inflexión en el partido.
La línea de 5 dejaba de tener razón de ser y la posición en que se ubicaron los dos 9 de boca, le mejoraron la performance en ataque al conjunto xeneixe.
En una jugada desprolija, Wanchope consigue rematar al arco, Armani da un rebote peligroso y esta vez de zurda, el Cordobés vuelve a rematar y la pelota se le cuela a Armani en el mismísimo primer palo.
No había terminado de festejar la apertura del marcador, que River mostró el carácter y la concentración que hay que tener en estos partidos. Salida del medio, habilitación a Pratto, quien parece abrirse trastabillándose pero mete un derechazo con rosca esquinado al palo derecho de Rossi y empata el partido inmediatamente.
Ese gol ponía justicia y daba comienzo a un palo y palo emocionante, con 2 situaciones claras de River para ponerse en ventaja. Zurdazo del Pity idéntico a los 2 goles que había marcado por Superliga en el mismo arco, esta vez controlado por Rossi, y mano a mano de Borre que define tibiamente posibilitando que nuevamente el arquero sea figura.
Pero al buen trabajo táctico y futbolístico realizado por River por River en el PT, le faltaba el error reiterado en las marcas de pelota parada. Junto con un gran gesto técnico en el cabezazo, Benedetto puso el 2 gol del local. El encargado de marcarlo era Borré y como había sucedido en partidos anteriores, no consiguió ni desacomodar al delantero para evitar la caída.
Inmerecido para River ese final, y el interrogante de que sucedería en la segunda etapa, ya que el golpe anímico era muy grande.
El ST se inició con mas lucha, y la obviedad de que la línea de 5 ya no era necesaria. Afuera Lucas MQ y adentro Nacho Fernandez. Y se mejoró sobre todo en la elaboración. Jugada de pelota parada, Pratto desacomoda a Izquierdoz y éste ultimo peina la pelota contra su propio arco, poniendo el marcador 2-2.
Empezaba otra vez otro partido. El desgaste de ambos equipos junto con la obligación del local de ir a buscar el triunfo, suponía la necesidad de reforzar el medio campo con mas aire. Adentro Zuculini y afuera Enzo Perez.
Boca empujaba a puro pelotazos y River esperaba su chance de contraatacar. Para esto, Biscay mando a Juanfer Quintero a la cancha por Pity, cosa que no dió el resultado esperado porque River no tenía el control de la pelota, y el Colombiano casi no entraba en juego.
Tal vez el ingreso de Mayada, le hubiese dado mas chance de recuperación y salida rápida, con la velocidad del Uruguayo.
El final tuvo como protagonista a Armani, quien tuvo en su tapada del mano a mano frente a Benedetto, tal vez la llave para sellar el empate y poner la definición de la serie abierta en el Monumental.
Son para destacar la actuaciones del Pity, Pratto, Pinola y los 2 laterales de River. Armani en la del final, enmendó su error en el primer gol de boca.
La única certeza es que River tuvo mas futbol que su rival, y sobre todo personalidad para levantarse de ambas adversidades en el resultado. No obstante, errores en pelota parada y en la definición.
Boca con mucho menos fútbol tiene la virtud de 2 delanteros letales en el área.
Se puede soñar, se puede confiar, pero está clarísimo que la serie esta abierta y no hay que descuidar ningún detalle.
La batalla final va a ser en casa, y todos sabemos que no hay nada mejor que casa para River en una final de Copa Libertadores.
Falta menos. El marco va a ser incomparable. Nunca visto. Todos unidos mas que nunca. Con humildad y silencio. Hablar en la cancha.
La gloria hay que trabajarla para encontrarla. Este equipo nos llena de orgullo, porque identifica la historia de River, pase lo que pase.

Marco de gente espectacular, pero un nerviosismo que se percibía en los simpatizantes xeneizes, a tal punto de que desde el momento en que River comenzó a tomar el control táctico del partido en el comienzo, casi no se hacía notar ese mito de que las tribunas se vienen abajo por el aliento de su gente.
Y literalmente, en el comienzo, River era mucho mas. Juego asociado, control de balón, presión equilibrada, y salida rápida a partir de la recuperación de la pelota. Un Pity otra vez intratable y un gran trabajo de Pratto en la asociación y jugando de espaldas al arco.
Tal es así que la ineficacia propia del Millonario en la definición de las jugadas generadas y la gran actuación de Rossi, impidió que River tomara una ventaja de dos goles como mínimo en ese inicio.
En contrapartida, el local, tan solo con empuje y pelotazos, intentaba por las bandas con Pavon y Villa para abastecer a Wanchope.
Y en una de esas jugadas por izquierda, la lesión de Pavon le da un guiño al técnico de boca, resolviéndole lo que él mismo no había resuelto con el planteo inicial.
Sale Pavon, e ingresa Benedetto, lo que marca una pequeña inflexión en el partido.
La línea de 5 dejaba de tener razón de ser y la posición en que se ubicaron los dos 9 de boca, le mejoraron la performance en ataque al conjunto xeneixe.
En una jugada desprolija, Wanchope consigue rematar al arco, Armani da un rebote peligroso y esta vez de zurda, el Cordobés vuelve a rematar y la pelota se le cuela a Armani en el mismísimo primer palo.
No había terminado de festejar la apertura del marcador, que River mostró el carácter y la concentración que hay que tener en estos partidos. Salida del medio, habilitación a Pratto, quien parece abrirse trastabillándose pero mete un derechazo con rosca esquinado al palo derecho de Rossi y empata el partido inmediatamente.
Ese gol ponía justicia y daba comienzo a un palo y palo emocionante, con 2 situaciones claras de River para ponerse en ventaja. Zurdazo del Pity idéntico a los 2 goles que había marcado por Superliga en el mismo arco, esta vez controlado por Rossi, y mano a mano de Borre que define tibiamente posibilitando que nuevamente el arquero sea figura.
Pero al buen trabajo táctico y futbolístico realizado por River por River en el PT, le faltaba el error reiterado en las marcas de pelota parada. Junto con un gran gesto técnico en el cabezazo, Benedetto puso el 2 gol del local. El encargado de marcarlo era Borré y como había sucedido en partidos anteriores, no consiguió ni desacomodar al delantero para evitar la caída.
Inmerecido para River ese final, y el interrogante de que sucedería en la segunda etapa, ya que el golpe anímico era muy grande.
El ST se inició con mas lucha, y la obviedad de que la línea de 5 ya no era necesaria. Afuera Lucas MQ y adentro Nacho Fernandez. Y se mejoró sobre todo en la elaboración. Jugada de pelota parada, Pratto desacomoda a Izquierdoz y éste ultimo peina la pelota contra su propio arco, poniendo el marcador 2-2.
Empezaba otra vez otro partido. El desgaste de ambos equipos junto con la obligación del local de ir a buscar el triunfo, suponía la necesidad de reforzar el medio campo con mas aire. Adentro Zuculini y afuera Enzo Perez.
Boca empujaba a puro pelotazos y River esperaba su chance de contraatacar. Para esto, Biscay mando a Juanfer Quintero a la cancha por Pity, cosa que no dió el resultado esperado porque River no tenía el control de la pelota, y el Colombiano casi no entraba en juego.
Tal vez el ingreso de Mayada, le hubiese dado mas chance de recuperación y salida rápida, con la velocidad del Uruguayo.
El final tuvo como protagonista a Armani, quien tuvo en su tapada del mano a mano frente a Benedetto, tal vez la llave para sellar el empate y poner la definición de la serie abierta en el Monumental.
Son para destacar la actuaciones del Pity, Pratto, Pinola y los 2 laterales de River. Armani en la del final, enmendó su error en el primer gol de boca.
La única certeza es que River tuvo mas futbol que su rival, y sobre todo personalidad para levantarse de ambas adversidades en el resultado. No obstante, errores en pelota parada y en la definición.
Boca con mucho menos fútbol tiene la virtud de 2 delanteros letales en el área.
Se puede soñar, se puede confiar, pero está clarísimo que la serie esta abierta y no hay que descuidar ningún detalle.
La batalla final va a ser en casa, y todos sabemos que no hay nada mejor que casa para River en una final de Copa Libertadores.
Falta menos. El marco va a ser incomparable. Nunca visto. Todos unidos mas que nunca. Con humildad y silencio. Hablar en la cancha.
La gloria hay que trabajarla para encontrarla. Este equipo nos llena de orgullo, porque identifica la historia de River, pase lo que pase.
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