La pasión que me condena

Algún Ex Presidente de la Nación declaraba en un momento de grave crisis, que los Argentinos debíamos mantener la calma, básicamente porque éramos un país ¨condenado¨ al éxito.
Esa palabra ¨condena¨, podía leerse e interpretarse de múltiples formas.
1) La condena duraría poco y luego disfrutaríamos los beneficios de habernos levantado.
2) Alguna mano divina, nos ponía a prueba pero el destino era irremediablemente exitoso.
3) Podrían pasar miles de años de aquella condena, pero alguna vez alguien disfrutaría la bonanza y prosperidad de un país repleto de riqueza.
Y podemos así, enumerar interminables interpretaciones...
La Argentina se identifica en el mundo por algunos elementos como el bife de chorizo, el tango, y por supuesto el fútbol.
Parafraseando a aquel Ex Presidente del sur del conurbano, los 2 equipos mas grandes del fútbol Argentino, fueron condenados al éxito de disputar nada menos que la final de la última edición de la Copa Libertadores que se definirá en partido de ida y vuelta. Primero en la Ribera y luego en el Monumental.

River-Boca Boca-River, se disputarán la gloria otorgada por el torneo continental mas importante. Porque deberíamos llamarla ¨condena??? No es acaso una oportunidad para unir, disfrutar y vivir con la emoción de saber que probablemente nunca mas en la historia se repita, y que nosotros seremos testigos de ese espectáculo inigualable que el deporte mas lindo jamás creado no está regalando???

En cualquier otro país del Mundo, sin dudas se aprovecharía para hacer un gran negocio, comparable como la final del Super Bowl o algo así.
Pero, nosotros lo sabemos. Lo tenemos muy claro. Argentina es un país especial. Del éxtasis a la agonía hay solo 20 cm de distancia.
Acá es vida o muerte. Uno se llevará la gloria y el otro, el fracaso de haber perdido, incluso habiendo llegado con grandes méritos hasta ahí.
Porque nadie habla de la serie ni de fútbol.
Se trata de hablar de que pasará con el que fracasa. Como, cuando y donde festejará el que gane, para que el perdedor no mande un ejercito con hombres bomba para inmolarse.
Se habla de quienes serán los condenados para impartir justicia en nombre de la CONMEBOL, otro organismo corrupto y mirado de reojo por todos por sus errores u omisiones.

Porque en Argentina lo sufrimos como una condena y no con alegría?
Hay múltiples respuestas, condimentos y análisis posibles para justificar el sufrimiento.

Hay pasión. Pero muchas veces mal utilizada.
Hay un negocio que queda en manos de unos pocos que viven de esto generando violencia y miedo en el hincha genuino.
Hay un país que hace décadas que vive sumergido en una profunda crisis social, económica y educativa sin precedentes, y que el actual Gobierno se ocupó de profundizar.
Hay morbo de quienes les da lo mismo el resultado, pero también de los protagonistas e hinchas.
Hay utilización política de algo que debería ser un partido de fútbol muy importante, pero entretenimiento deportivo al fin.
Hay miedo al fracaso. Mucho miedo al fracaso. Porque como sociedad somos justamente eso.
Hay una sensación de sálvese quien pueda. Hay que ganarlo como sea.

Y dentro de este contexto, mencionamos la utilización política que acá claramente no podía faltar.
Un presidente acorralado por encuestas negativas acerca de su presente y su futuro en caso de querer ser reelegido, se suma a su fanatismo por uno de los equipos protagonista, en este caso Boca.
Y como no podía ser de otra manera, el gurú del supuesto cambio, manotea como un inminente ahogado, la posibilidad de salvar su pálida imagen, tomando esta serie deportiva como una cuestión de estado.
Porque para él también es de vida o muerte. Imaginen para el resto de los mortales.
Desinterés por respetar su propia investidura, hizo demagogia ordenando el ingreso de visitantes, que rápidamente, los propios presidentes de los clubes, se ocuparon de desactivar por cuestiones casi obvias. Principalmente su amigo personal Presidente del club de la ribera Daniel Angelici.

Muchos queremos la vuelta de los visitantes, pero con garantías y planificación. No ahora. No en este contexto social.

Del otro lado, un presidente de River tan inteligente como zorro, para traer agua para su propio molino. Porque Rodolfo D´Onofrio, no puede ocultar sus aspiraciones políticas a corto-mediano plazo.
Un entrenador como Marcelo Gallardo, obsesivo y trabajador, que viene desarrollando un proyecto exitoso hace mas de 4 años en River y muchos (mas de los que pensamos) lo quieren ver caer. De rodillas.
Ese mismo entrenador que fue condenado porque su equipo salió tarde al campo de juego (poco mas de 1 minuto de atraso) y como un padre desesperado, incumplió el reglamento, bajando a hablar al vestuario en el entretiempo con el plantel, en un momento crítico de la serie de semi-final y de visitante. Acción que el equipo le devolvió con el triunfo y el pase a la final.

Como hincha de River, traté de analizar de la forma mas objetiva posible lo que nos depara en los próximos 20 días.
Pero ahora estoy obligado a perder los estribos.
Porque yo también soy Argentino y gallina hasta las pelotas, viviré sedado.
Las noches se harán eternas. No hablaré de otra cosa porque no habrá tema mas importante en nuestras vidas.
Y confiaré en este equipo una vez mas. Como tantas otras veces. A pesar de que nos de la sensación muy bien fundada, de que River se enfrentará no solo a su clásico rival sino al propio Estado Argentino.
Es una final de Copa Libertadores contra ellos. Es fútbol. Pero para mi también va la vida.

Porque a mi la pasión, también me condena.

A muerte con ustedes. Hasta la victoria. Siempre. Y que la historia me juzgue.



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